Las intervenciones de podología de la tercera edad suelen estar dedicadas a dar respuesta a un mismo tipo de problemas o dolencias. En ésta etapa de la vida es importante tener un exhaustivo cuidado de los pies de la gente mayor. Revisar los pies periódicamente en busca de heridas y mantener una buena higiene es indispensable.
Un correcto proceso de higiene debe implicar necesariamente el lavado, secado, hidratación de los pies. Los problemas de circulación son también característicos en la etapa de la madurez; es necesario escoger unos calcetines de tejido suave y que no obstruyan el flujo de sangre al pie.
La podología de la tercera edad trata las dolencias comunes de la gente mayor
El estado de los pies de los mayores debe ser motivo de especial atención y preocupación en la podología de la tercera edad. En la podología para gente mayor se requiere un tratamiento especial; en la madurez el paso de los años tiene un impacto muy característico en los pies y entre los pacientes mayores es común encontrar unas dolencias y síntomas muy similares.
Los pacientes de la tercera edad sufren una serie de problemas característicos comunes de esa etapa de la vida, como pie diabético, uñas encarnadas, callos... u otras dolencias tratables mediante podología reumática. Debido a sus especiales características el tratamiento que hay que aplicar es muy específico.
Tratamos y valoramos el pie del paciente anciano, desde una aproximación especial para este tipo de pacientes y teniendo en cuenta sus problemas especiales.